*Texto inspirado en el planteamiento de la obra Red Iberoamericana de preservación digital
de archivos sonoros y audiovisuales: Una alternativa de colaboración científica de la Dra Perla Olivia Rodríguez Reséndiz.
Hoy en día la preservación digital de archivos sonoros y audiovisuales se ha convertido en todo un desafío, ya que no se tienen métodos exactos para preservar documentos de origen digital. Adicionalmente, el contexto de la pandemia afectó el ejercicio de preservación que se venía desarrollando.
En Iberoamérica, particularmente en los países latinoamericanos, el riesgo de pérdida de los materiales analógicos como los nativos digitales es un problema que requiere atención.
Como una alternativa ante esta situación se creó la Red Iberoamericana de Preservación Digital de Archivos Sonoros y Audiovisuales (RIPDASA), con la que se pretende: identificar, analizar, dar visibilidad y difundir alternativas de preservación al momento de la digitalización de audio y video de archivos de la región. Esto con la finalidad de reducir el riesgo de pérdida del patrimonio cultural y asegurar su acceso para las generaciones presentes y futuras.
La digitalización de audio y video en la historia
En 1980 la Unesco dio reconocimiento al valor que tiene el patrimonio audiovisual, modificando la percepción de que la herencia documental solo se encontraba en los libros y materiales impresos. Gracias a la gran cantidad de archivos sonoros y audiovisuales que se fueron registrando, se produjo la necesidad de contar con este tipo de contenidos a lo largo del tiempo, lo que propició la investigación de: la preservación de archivos sonoros y audiovisuales.
Por esta razón el Programa Memoria del Mundo de la Unesco, dio relevancia a los documentos de audio y video, haciendo un reconocimiento del patrimonio documental a lo largo de toda la historia, desde los rollos de papiro hasta las películas pasando por grabaciones sonoras y archivos numéricos, entre otros.
Si bien los documentos sonoros comunican información por medio de elementos como la voz, música, ruidos; los documentos audiovisuales expresan la información a través de un lenguaje audiovisual tal como imágenes en movimiento, sonidos, captura de planos, ángulos, movimientos de cámara, etc. Son dos de las categorías documentales que se preservan en archivos sonoros y audiovisuales.
Con la colaboración científica que impulsaron la Asociación Internacional de Archivos Sonoros y Audiovisuales (IASA) (1995) y la Unesco (2003), se indicó que los soportes que se encontraban con mayor riesgo de pérdida no eran necesariamente los más antiguos. Pues se logró identificar que la permanencia de los contenidos sonoros y audiovisuales grabados en soportes de discos de acetato, cintas magnéticas, discos de corte directo, grabaciones videográficas de dos pulgadas y los registros realizados en alambre estaban en deterioro.
El deterioro de los materiales de los soportes y la obsolescencia de la tecnología de grabación y reproducción fueron determinados como las causas principales que repercutían en esta pérdida.
Gracias a los proyectos que desarrolló PRESTO en el 2000, PRESTO Space en el 2004 y PRESTO Centre en el año 2008, se logró vincular a la industria de la radiodifusión y a las instituciones de la memoria histórica (bibliotecas, archivos y museos) con el fin de crear conocimiento dentro del ámbito de la preservación de archivos sonoros y audiovisuales.
Con estos proyectos se formularon recomendaciones técnicas e industriales para las buenas prácticas dentro del proceso de digitalización de audio y video. Al realizar esta investigación se pudo estimar el volumen de esta herencia documental en Europa y, con ello, tener una aproximación de la inversión que se requería para la preservación de este patrimonio.
Gracias a los resultados obtenidos de las investigaciones que se han realizado a lo largo del tiempo, estos han servido como referente para los trabajos de preservación de este tipo de colecciones, aportando estimaciones sobre la cantidad de documentos sonoros y audiovisuales que existen. A pesar de estas contribuciones, el desconocimiento de las cantidades y las condiciones de preservación de los archivos persiste en países en los que la investigación es menor.
Riesgo de pérdida de la herencia sonora y audiovisual
Los archivos sonoros y audiovisuales son un recurso de información, un bien cultural y patrimonial con el cual podemos encontrar hechos históricos y expresiones artísticas que definen a una sociedad. La preservación es una tarea inevitable en la cual hay que seguir trabajando. Su riesgo de pérdida es considerado una problemática social, pues su contenido tiene valor histórico.
La destrucción y pérdida del patrimonio de audio y video debido a la fragilidad de los materiales analógicos y la obsolescencia tecnológica, ha sido una constante en las investigaciones que se han realizado en el transcurso del tiempo. Como respuesta a este problema se han creado consensos profesionales y científicos en la necesidad de transferir y preservar a largo plazo los contenidos grabados en soportes analógicos.
El comité de la IASA ha publicado informes técnicos en los que se han establecido algunas bases para la digitalización, así como lineamientos y normativas para la producción y preservación de objetos digitales de audio.
El tener los contenidos en cintas magnéticas hace que estos se encuentren en riesgo de deterioro, por lo que se ha advertido que para el 2025 una gran cantidad de contenidos grabados en cintas magnéticas no podrán ser reproducidos. Esto debido a la obsolescencia de los equipos o por que los materiales se habrán degradado.
Adicional al riesgo de la pérdida de los contenidos registrados en soportes analógicos, se puede evidenciar que los documentos de origen digital, son frágiles porque se desconoce los métodos para su preservación. Es por esto que se señala que la preservación digital relacionada con la digitalización de documentos es un problema social que requiere ser atendido, pues es la única vía para la protección a largo plazo de la herencia sonora y audiovisual.
Uno de los grandes problemas que aumentan el riesgo de pérdida de los contenidos análogos, es que se desconoce dónde están las colecciones, sus condiciones de almacenamiento y cuál es la situación de los derechos de autor de las grabaciones. Adicionalmente, la falta de recursos económicos, la falta de acceso a nuevas tecnologías y la falta de personal son factores que influyen.
Buenas prácticas de preservación digital
El propósito de estas organizaciones es lograr un empoderamiento en los temas de preservación digital de archivos sonoros y audiovisuales en versión del español. Fortaleciendo así los conocimientos de los profesionales archivistas en Latinoamérica, para que comprendan a plenitud las tecnologías de punta, normativas y estándares enfocados en la preservación. De esta manera se sumar experiencia para fortalecer los trabajos de la red.
La RIPDASA tiene como objetivo fomentar el uso de tecnologías abiertas y gratuitas para la preservación digital del patrimonio.
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